Hace algunos años se comenzó a hablar de la nueva era de información, el auge de las tecnologías e interacción digital serían revolucionarios sistemas de especificación y control por parte del usuario.
Para McLuhan, lo digital es una “aldea global” donde lo que se comunica es parte del dónde se comunica; los canales son parte del contenido y el poder electrónico de masificación nos conduce a nuevas maneras de visualizar el contenido final.
Lo que plantea Habermas de encontrar la “situación ideal del habla en la acción comunicativa” se hace cada vez más difícil con el ritmo y manera de comprender y acceder a la información , sobretodo porque tenemos mucha incertidumbre de los contenidos en su veracidad y el espacio normativo del diálogo es cada vez más difícil de definir.
No era multimedia, era inmediatez
He leído algunos libros de los ’90s donde se anticipaba la era «multimedia» como el nuevo síndrome de cultura tecnologizada, sin embargo, esto fue sólo un paso para abrir nuevas formas de relacionarnos y descubrir la interacción social dentro de medios digitales e intangibles. Lo que hemos podido ver con el paso de los años es que los medios son sólo el enlace, lo realmente valorado es la inmediatez.
Es difícil visualizar para quienes nos dedicamos a comunicar ahora y adoptamos estos medios para complementarlos al ejercicio de las profesiones, lo que sucederá con las relaciones en la vida de las generaciones nacidas bajo los cambios en el uso de la información, ¿cómo avanzaremos? ¿lo haremos realmente? ¿cuál es la finalidad de la globalización?.
Es imposible concluir o anticipar cómo será la comunicación del futuro con el auge de los medios digitales, porque nuestra relación con el entorno nos entrega herramientas para descubrir desde muy temprana edad, aspectos de comunicación, inferencias sociales que desarrollamos a lo largo de los años y que permiten situarnos en el medio que compartimos, pero el espacio y tiempo en la red digital es atemporal e instantánea.
¿Vivir en comunidad, o necesidad de expresión?
Hay muchos aspectos que desarrollamos más allá de lo tecnológico y sintáctico que hasta ahora ha sido imposible reproducirlo similar a la perfección de la naturaleza, incluso comprender la base y desarrollo de nuestro pensamiento, el lenguaje.
El sentido de vivir en comunidad, y relacionarnos con nuestro medio ambiente, nos complementa como seres de intelecto y percepción, alimentándonos con el devenir de la historia, lo que somos y lo que fuimos en el tiempo.
Estamos acostumbrándonos a que las máquinas, lo inmediato y digital sean arte y parte de nuestras vidas, de que solucionen actividades humanas y nos ayuden con la cotidianeidad y la falta de tiempo, la tecnología es signo de estatus social, realidad económica e incluso el uso en redes sociales, mueve políticas de país; la comunicación digital-atemporal es una realidad presente que se ha internado en nuestras vidas de manera tan fulminante que no encontramos la forma de complementarlo con la realidad tangible. Los niños hoy reproducen lo que encuentran en la red para hacer sus tareas, sin siquiera analizar o pensar críticamente lo que copiaron y pegaron.
¿De qué manera podemos utilizar los medios y la comunicación digital para que sea un complemento al desarrollo motriz, psico-intelectual y social?
Podemos intentar comprender qué somos, por qué actuamos de una u otra forma, de qué estamos hechos, pero la individualidad y equilibrio en nuestro sistema comunicativo se da por la experiencia con la interrelación no sólo social, sino la capacidad de intervenir, admirar, construir y destruir nuestro entorno, por ello es de vital importancia para nuestras relaciones digitales, comprender y analizar la forma de abarcar la nueva comunicación, aprehender y comprender el mundo de las máquinas que nos entregan conocimiento pero que no son nuestras herramientas de cognición.
Sabemos que tenemos la información al alcance de un clic, pero ¿qué hacemos con ella? ¿Cómo la utilizamos? ¿Para qué?
En nuestra educación, por ejemplo, podemos instalar mil computadores en una sala, pero aún el uso de la información será plana, sensorial, perceptual, pero no comprensiva. Las guías técnicas deben adquirir valor y aprender a proyectar, adquirir conocimiento es tomar la información y ser capaces de analizarla desde nuestra individualidad (lo que nos conforma) y proyectarla.
Considero interesante cuestionar lo que significa la tecnología en nuestras vidas, potenciar los elementos fundamentales de comunicación y no caer en la contemplación de la información inocua de sentido e impacto en nuestra vida personal, en nuestras relaciones humanas y entregarle la importancia que tiene, sin dejar de vivir la vida y encontrar pertenencias, sustratos, sentido a lo que somos individualmente y en comunidad.
Me queda dando vueltas lo que mencionas sobre el copy/paste de los niños, me parece mas una manera de relacionarnos de todas las personas, no hacerse las preguntas necesarias para que el proceso de aprendizaje sea enriquecedor. Para los niños que han crecido y relacionado desde temprana edad con la tecnología, la información digital es tan real como un libro.
Definitivamente los espacios de relación que construimos y de los que participamos, el como y por que, forman parte de la manera en que nos relacionamos con el mundo.